Fue observado desde México hasta Canadá. El período de oscuridad, durante el cual la Luna eclipsó completamente al Sol, tuvo una duración de cuatro minutos y medio.
Este lunes, se presenció el primer eclipse total de Sol en Norteamérica en siete años, siendo visible al menos parcialmente en la mayoría del subcontinente. Este fenómeno astronómico único no volverá a repetirse hasta agosto de 2044, según indicaron los expertos.
Mazatlán, un popular balneario mexicano, fue el punto de observación principal en la “ruta de la totalidad” en Norteamérica. Miles de personas se congregaron en el paseo marítimo, equipadas con anteojos de protección solar, mientras una orquesta tocaba la música de “La guerra de las galaxias”. La multitud estalló en vítores y aplausos cuando el eclipse alcanzó su totalidad.
En las zonas con cielos despejados, los observadores en la trayectoria directa del eclipse fueron testigos del raro espectáculo de la Luna pasando frente al Sol como un disco oscuro, bloqueando temporalmente toda la luz excepto la corona brillante que rodea al borde del Sol.
La duración de la totalidad varió hasta cuatro minutos y medio, dependiendo del lugar, mientras que un eclipse parcial, donde la Luna solo cubría parcialmente al Sol, fue visible en la mayor parte de Estados Unidos.
El evento atrajo a aficionados de los eclipses en numerosos puntos a lo largo de la “ruta total” del fenómeno. En lugares como el campamento de Frontier Town en North Hudson, Nueva York, las familias se reunieron para presenciar el espectáculo, con los niños luciendo camisetas de eclipses mientras los adultos preparaban sus áreas de observación.
Alrededor de 32 millones de personas en Estados Unidos viven dentro de la trayectoria de la totalidad, y se estima que otros cinco millones viajaron para estar presentes en el evento. Desde pequeños pueblos rurales hasta grandes ciudades, la emoción por presenciar el eclipse total de Sol era palpable, con personas viajando largas distancias para ser testigos de este fenómeno único en la vida.