La brecha cambiaria ha superado el 140% y sigue en aumento, mientras que el Gobierno lucha por controlar la situación y se enfrenta a una creciente presión de devaluación. Mientras que el tipo de cambio oficial se mantiene estable en $350 al por mayor y $366,5 en el segmento minorista, todas las variantes del dólar muestran aumentos significativos.
La corrida contra el peso se agudizó el viernes, con el Dólar Blue alcanzando un pico de $900 antes de estabilizarse en $885 para la venta. Solo en octubre, ha experimentado un aumento de hasta $85, equivalente al 10,6% en solo 6 días, superando a cualquier inversión en pesos.
Todos los dólares financieros también han aumentado de valor. El Banco Central no pudo mantener estable el dólar MEP debido a la demanda minorista, llegando a superar los $820. Además, el dólar Contado con Liquidación utilizado por las empresas alcanzó los $890, en línea con la cotización del Dólar Blue.
Las reservas netas del Banco Central cayeron por debajo de los US$ 5.850 millones negativos en la primera semana de octubre, a pesar de destinar más de 419 millones de dólares para contener el dólar MEP en los últimos 5 días.
El índice de Riesgo País sigue alto, rondando los 2.700 puntos básicos, debido a la venta de bonos en pesos por parte de los inversores. Los bonos soberanos han caído un 28% desde la tercera semana de agosto, mientras que el índice S&P Merval en dólares (evaluado al CCL) ha bajado un 18% en el mismo período.
La brecha entre el dólar oficial y el paralelo ha superado el 140% a principios de octubre, una situación insostenible que el Gobierno, liderado por Sergio Massa, parece reacios a abordar mediante una devaluación. Esto deja al oficialismo en una posición difícil antes de las elecciones.
Una opción para retrasar la devaluación habría sido restringir las importaciones, pero esto podría empeorar la recesión. El Gobierno está optando por “devaluaciones administradas” para sectores específicos, permitiendo que ciertas exportaciones se liquiden a través del cambio Contado con Liquidación, siguiendo un modelo similar al Dólar Soja original. Además, se está considerando aplicar este enfoque a la industria minera y automotriz.