El Instituto Chaqueño de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICCTI) ha proporcionado una impresora 3D industrial de alto valor, con un costo superior a los 17 millones de pesos, al Laboratorio de Simulación Mecánica Materialización 3D de la UTN Facultad Regional Resistencia. Este equipo fue adquirido a través del Programa REC (Reparar, Equipar y Construir), que tiene como objetivo fortalecer las capacidades de las instituciones científicas en la provincia. La nueva impresora permitirá la fabricación de piezas de gran precisión y esterilización, especialmente diseñadas para aplicaciones médicas, entre otras funcionalidades.




El Programa REC, promovido por el ICCTI y el Ministerio de Planificación, Economía e Infraestructura de Chaco, busca impulsar la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación en las instituciones que conforman el entorno científico y tecnológico de la provincia. Según el presidente del instituto, Juan Martín Fernández, esta iniciativa es parte fundamental de los esfuerzos del ICCTI para mejorar la productividad, el crecimiento y la sostenibilidad de las instituciones que componen el sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia.
En la primera fase del Programa REC se invertirán más de 150 millones de pesos en forma de Aportes No Reembolsables (ANR) destinados a instituciones públicas del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación que hayan presentado proyectos bajo las categorías de Reparación, Construcción y Equipamiento. Fernández enfatizó que se da prioridad a las propuestas que fomenten la colaboración y la sinergia entre diferentes dependencias e instituciones, así como a proyectos relacionados con la economía del conocimiento, la agroindustria, la salud y el medio ambiente.
NUEVA IMPRESORA 3D PARA LA REGIÓN
El ICCTI entregó el nuevo equipo al ingeniero Orlando Vargas, docente de la UTN Facultad Regional Resistencia y responsable del Laboratorio de Simulación Mecánica Materialización 3D. Esta impresora 3D industrial tiene la capacidad de trabajar a temperaturas de hasta 200 o 250 grados, con una rigidez mecánica excepcional y una precisión sobresaliente.
Según el docente universitario, esta impresora se diferencia de cualquier otra en la región debido a su capacidad para utilizar materiales técnicos de alta temperatura, que pueden resistir el calor y los procesos de esterilización, lo que la hace idónea para crear piezas de uso médico. En Buenos Aires, se emplean impresoras similares con la autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para la fabricación de implantes médicos.
El ingeniero Vargas subrayó la importancia de que el Nordeste cuente con esta tecnología de vanguardia, lo que permitirá la fabricación de piezas esenciales para el sector médico, así como repuestos y suministros de alta calidad. Además, destacó que los materiales producidos con esta impresora son completamente seguros para su uso en dispositivos con requisitos mecánicos o térmicos exigentes, así como en aplicaciones médicas.
Finalmente, el docente mencionó la misión de la institución de difundir esta tecnología en la región, tanto entre los estudiantes como en la comunidad empresarial e industrial, con la esperanza de que la demanda de productos fabricados con esta nueva impresora aumente en el futuro.