Los habitantes locales están reivindicando el acceso gratuito a las playas de sus islas, que han sido ocupadas por bares y otros negocios que cobran precios exorbitantes por reposeras y sombrillas.
En todo el país, los residentes están tomando la iniciativa de protestar por su cuenta, colocando sus toallas en la arena para reclamar el libre acceso a las playas y a la naturaleza sin tener que pagar tarifas elevadas. Este movimiento se originó en Paros en mayo de 2023 y ha ganado fuerza en todo Grecia, extendiéndose incluso a Turquía.
La protesta en Paros comenzó con unas 50 personas congregadas en la playa de Parikia en septiembre, donde se exhibieron carteles que decían “Reclamen la playa” y se leyeron partes de la Constitución griega que establece que las playas y áreas naturales pertenecen a los ciudadanos. La protesta se ha convertido en una campaña nacional que busca garantizar espacios gratuitos en las playas.
Las protestas son importantes porque muchas personas en Grecia todavía enfrentan dificultades financieras desde la crisis de deuda del país hace más de una década y no pueden permitirse pagar por el uso de reposeras en la playa. Además, el movimiento se ve como una lucha más amplia contra el turismo excesivo y los problemas sociales y ambientales asociados con él.
El problema subyacente radica en que el turismo es la principal industria de Grecia, pero algunos creen que no se ha gestionado adecuadamente. Los negocios a lo largo de las playas a menudo eluden las reglas, y la falta de supervisión ha llevado a un comportamiento “mafioso”. Los activistas buscan una mayor participación ciudadana en la gestión de destinos turísticos y una supervisión mejorada.
Si bien algunas playas han visto cambios positivos después de las protestas, como la eliminación de reposeras no autorizadas, el movimiento planea continuar su trabajo para lograr una gestión más sostenible del turismo en Grecia, incluida la demanda de controles más estrictos y una mayor transparencia en la concesión de licencias.