Bullrich, quien ahora representa a la derecha, respondió afirmando que ha superado la violencia como forma de acción política. Este enfoque en la violencia de los años setenta ha surgido en medio de la campaña electoral, después de un homenaje a las “víctimas del terrorismo” organizado por el partido de extrema derecha La Libertad Avanza, lo que generó tensiones en torno a la posición del país frente a la dictadura.
El líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, arremetió contra Patricia Bullrich por su pasado en Montoneros, mientras que Bullrich defendió su evolución política y su compromiso con la democracia. El debate sobre la violencia de los setenta se intensificó cuando un periodista preguntó a Milei sobre la presencia de peronistas en su partido, y él respondió acusando a Juntos por el Cambio de aplicar un “test de antiperonismo”. Afirmó que Bullrich había sido peronista y había participado en actos violentos en esa época.
Hasta este momento, Milei había evitado en gran medida abordar la agenda de derechos humanos y las políticas de memoria relacionadas con la dictadura. Sin embargo, su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, introdujo el tema en la campaña al organizar un acto en homenaje a “las otras víctimas” de la violencia política de los setenta, lo que generó controversia y críticas por parte de organizaciones de derechos humanos.
Bullrich respondió al ataque de Milei defendiendo su pasado en la Juventud Peronista y su posterior superación de la violencia como forma de acción política. Comparó su evolución con la del expresidente uruguayo José Pepe Mujica, quien también tuvo un pasado guerrillero y luego valoró la democracia.
Este debate sobre el pasado político y la violencia en Argentina se produce en el contexto del 40º aniversario del regreso a la democracia en el país, después de una dictadura que cometió graves violaciones a los derechos humanos. Argentina ha llevado a cabo esfuerzos significativos para juzgar a los responsables de estos crímenes a lo largo de las décadas, incluyendo la reapertura de juicios por delitos de lesa humanidad en los años noventa y posteriores condenas de represores.