El informe publicado destaca la necesidad de que los responsables de formular políticas públicas tomen medidas para abordar cuestiones relacionadas con la adecuada utilización, equidad, expansión y sostenibilidad de la tecnología en la enseñanza.
El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de 2023, titulado “Tecnología en la educación: ¿Una herramienta en los términos de quién?”, destaca la importancia de que la tecnología no reemplace nunca completamente la enseñanza presencial y dirigida por docentes. Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, enfatiza que la tecnología debe ser utilizada para mejorar las experiencias de aprendizaje y el bienestar de estudiantes y docentes, en lugar de perjudicarlos.
El informe resalta que gran parte de la tecnología no fue diseñada con fines educativos y que se necesita más evidencia sobre su valor real en la educación centrada en las personas. Aunque se reconoce que la tecnología puede mejorar ciertas formas de aprendizaje en ciertos contextos y ampliar el acceso a recursos educativos, también advierte sobre los efectos perjudiciales si se utiliza de manera inapropiada o excesiva, especialmente sin la guía de docentes capacitados.
Según el informe, datos de evaluaciones internacionales como el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) sugieren una relación negativa entre el uso excesivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y los resultados académicos de los estudiantes. Por otro lado, un uso moderado se relaciona más a menudo con resultados académicos positivos.
Se menciona que los teléfonos inteligentes en las escuelas pueden ser una distracción significativa para el aprendizaje y que su uso inadecuado puede afectar la memoria y comprensión de los estudiantes. El informe insta a considerar estos aspectos antes de adoptar masivamente las tecnologías en entornos educativos y a que se regule de manera adecuada su uso para garantizar un impacto positivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En resumen, la Unesco alerta sobre la importancia de regular y utilizar adecuadamente la tecnología en la educación, enfocándose en el bienestar de los estudiantes y docentes, y evitando su uso excesivo sin una guía pedagógica adecuada.