Washington D.C. La tensión en el Caribe alcanzó un nuevo punto crítico este lunes. Mientras la administración de Donald Trump intensifica el cerco militar y económico sobre Caracas, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, lanzó una advertencia directa y definitiva: la permanencia de Nicolás Maduro en el poder ya no es tolerable para la Casa Blanca.
En una entrevista concedida a la cadena Fox News, Noem justificó la reciente estrategia de intercepción y confiscación de buques petroleros venezolanos en alta mar. “No solo estamos interceptando estos barcos. También estamos enviando un mensaje para todo el mundo: la actividad ilegal en la que participa Maduro no puede tolerarse. Tiene que irse”, declaró la funcionaria.
Narcotráfico y “defensa propia”
El argumento central del gobierno estadounidense vincula directamente la industria petrolera venezolana con el crimen organizado. Según Noem, el régimen de Caracas utiliza los divisas del crudo para financiar redes de narcotráfico que impactan directamente en la salud pública norteamericana.
“El gobierno de Maduro utiliza los dólares para propagar drogas que están matando a la próxima generación de estadounidenses”, afirmó Noem, enmarcando las acciones militares como un acto de defensa nacional contra un “enemigo” declarado.
Bloqueo naval y “ejecuciones extrajudiciales”
Más allá de la retórica diplomática, la situación en el mar Caribe y el Pacífico se ha tornado bélica. Bajo la premisa oficial de frenar el narcotráfico y recuperar los “derechos petroleros” de empresas estadounidenses, las fuerzas navales desplegadas han bombardeado numerosas embarcaciones identificadas como “narcolanchas”.
El saldo de estas operaciones es alarmante: reportes indican que han muerto al menos 104 personas en 28 ataques confirmados. Estas acciones han despertado la preocupación de legisladores en Washington y de organismos de derechos humanos internacionales, quienes denuncian que la administración Trump ha ofrecido escasas pruebas de que los objetivos sean realmente traficantes. Los activistas advierten que estos bombardeos podrían constituir ejecuciones extrajudiciales.
La respuesta de Caracas
Por su parte, Nicolás Maduro ha calificado las intercepciones de los tanqueros como actos de “piratería” moderna y violación flagrante del derecho internacional. El mandatario venezolano anunció que tomará medidas para que estas incautaciones no queden impunes, mientras desde Washington insisten en que al líder chavista “le quedan los días contados”.





