09 de diciembre de 2025 – El juicio oral por el caso de los “Cuadernos de las Coimas”, derivados de las anotaciones del chofer Óscar Centeno, continuó este martes con una nueva audiencia maratónica. El proceso, transmitido por el canal de YouTube del Poder Judicial, se centró en la lectura de una causa clave y paralela: la 13816/2018, conocida en Comodoro Py como el caso de “La Camarita”, que investiga la cartelización de la obra pública.
El Tribunal Oral Federal N°7 (TOF 7), presidido por el juez Enrique Méndez Signori, dedicó la octava jornada a esta acusación que, más que en ningún otro punto de la mega-causa, deja en evidencia el vínculo “promiscuo” entre el poder político y el poder empresarial en Argentina.
📝 El Caso “La Camarita”: Acusación y Reconocimientos
La causa, investigada en su momento por el fiscal Stornelli, se focalizó en la actividad de la Cámara Argentina de Empresas Viales (de ahí su apodo). La acusación es sumamente reveladora, con un total de 420 páginas, y detalla cómo se gestionaron los fondos ilegales provenientes de la obra pública.
- Imputados Clave: Entre los 52 imputados, destacan la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK), el exministro Julio De Vido, y empresarios de primer nivel como Aldo Benito Roggio, Angelo Calcaterra y Gerardo Cartellone.
- Asociación Ilícita: El empresario Carlos Wagner, expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción, es el único empresario acusado de integrar la asociación ilícita supuestamente liderada por CFK y De Vido.
- Hechos de Coimas: En esta porción del expediente, CFK deberá responder por un total de 175 hechos de coimas.
- Arrepentidos: La gravedad del esquema fue reconocida por los propios acusados, quienes declararon como arrepentidos en la causa: el financista Ernesto Clarens, el empresario Carlos Wagner y el exsecretario de Obra Pública José Francisco López (el “hombre de los bolsos”).
🗣️ La Confesión de Ernesto Clarens
Durante la audiencia se pudo escuchar la confesión de Ernesto Clarens, el financista que articuló la recepción y entrega de los fondos. En su declaración, Clarens describió con detalle el mecanismo de recaudación:
“A mediados del año 2005… me convoca Carlos Guillermo Enrique Wagner… y me informó que el Gobierno nacional había decidido obtener fondos de la obra pública a través de una operatoria que demandaba mi intervención en la recepción de los mismos de parte de algunas constructoras en concepto de pago de aportes o retorno.”
Clarens detalló que su rol era asegurar que estos fondos llegaran a José López o a quien él indicara. Los pagos, que podían rondar los 300 mil dólares por entrega con frecuencia semanal, provenían de las constructoras, las cuales eran “rehenes del sistema” porque las entidades de control no les pagaban los certificados de obra si no cumplían con la recaudación.
🔎 La Acusación de la UIF
La semana pasada, tras la lectura de la acusación principal (un expediente de más de 227 mil palabras), el proceso avanzó con la querella de la Unidad de Información Financiera (UIF), a cargo de Paul Starc y representada por Mariano Galpern.
La UIF, que en su planteo considera a CFK como “la jefa de la asociación ilícita” (una acusación de más de 170 páginas), puso el foco en las contradicciones de los empresarios que se declararon “víctimas” de extorsión (como Calcaterra y Roggio).
Para el organismo antilavado, los empresarios “deberían haber denunciado” las presuntas extorsiones en lugar de pagar para obtener beneficios obvios en la adjudicación de obra pública. En palabras de Starc: “La corrupción política y empresarial se necesitan entre sí”.





